Queridos feligreses:
Dios ha estado grande con nosotros, el pasado 1 de febrero dos nuevos sacerdotes han nacido para la Iglesia, uno de ellos es Flavio. Él ha estado de pastoral un año y cuatro meses en nuestras Comunidades Parroquiales. El Sr. Obispo ha decidido que seguirá hasta después de Semana Santa.
Nuestras Parroquias felicitan a Flavio y siguen rezando por él, le deseamos que cuando este donde la Iglesia le quiera enviar, mirará al horizonte y verá la candela de nuestra Sra. de El Socorro y detrás a todos los güímareros que rezan y le queremos.
Agradecer a todos los fieles que han colaborado con el arreglo de la iglesia y del brindis, en el que celebramos la inmensa alegría de tener un nuevo sacerdote.
Estamos a punto de empezar la Cuaresma, tiempo propicio para volver nuestra mirada, vida y corazón a Cristo crucificado. Para no quedarnos en la cruz, ni en el crucificado nos hace falta un "don" que se llama fe. Ha sido sembrada en nuestro corazón desde el día de nuestro bautismo. Pero que con la ayuda de nuestros padres, padrinos, comunidad, sacerdotes, familia va creciendo y madurando.
Con ocasión de la Cuaresma, el Papa Francisco, nos propone algunas reflexiones, a fin de que nos sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienza recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. Y nos invita a reflexionar ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?
Oremos para que en este tiempo litúrgico de Cuaresma el Señor, que te retiró cuarenta días en el desierto para preparar su misión entre nosotros, nos permita que su ejemplo sea un espejo donde vernos reflejado durante esta cuaresma. Sabemos que necesitamos prepararnos para cada momento de la vida. Sabemos que junto a Él, podemos tomar fuerzas necesarias para vivir como quiere el Padre.
Deseemos vivir cada uno de estos días como un prólogo para la Pascua. Que sean una preparación adecuada para poder resucitar con Él y dejar atrás las cadenas del error que nos esclavizan. La Pascua es signo de libertad; te pedimos que nos ayudes a lograrla, y a no estar atados a nada que no sea bueno.
Que no nos atrapen las redes del consumismo, del prestigio social, del aparentar, del "no te metas", del egoísmo... Que cada día sea un escalón más que nos acerque a la verdadera felicidad que Tú nos propones con tu vida y tu mensaje. Amén.
Vuestro Párroco
Pedro José Pérez Rodríguez
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