Pero
no solamente ante el incendio sino ante la crisis económica, social,
humana, política, religiosa,… ¿Cuántos hemos orado para que la crisis se
pueda solucionar? Uno echa de menos voces autorizadas de la Iglesia,
pidiendo una oración o que se haga una oración y se reparta en los
templos para orar en estos difíciles momentos. No se trata de orar
contra nadie, sino de orar para que Dios nos ilumine a todos a salir
adelante, y desde la fe en Él, ser solidarios con aquellos que peor lo
están pasando. Cuantas veces esas voces autorizadas salen a la palestra a
hablar de cualquier cosa, que no digo que no sea importante, y no vale
el presuponer que la gente ya lo está haciendo, y no lo hacen sobre este
tema o realidad. Hay que incentivar y animar en lo único importante que
tenemos, y que nos lo ha dado el propio Jesucristo, y es la ORACIÓN.
Orar en todo momento, circunstancia y lugar. El crecimiento lo da Él,
pero nosotros tenemos que actuar y dejarle actuar.
Oremos
por lo tanto, para que el incendio se solucione, oremos, por lo tanto,
para que la crisis, no solamente la económica se acabe, oremos por lo
tanto, para que seamos más persona, más cristiano.
Roque Rguez de la Guardia
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