miércoles, 18 de julio de 2012

Recemos para que el Incendio se pueda solucionar y también por el tema de la Crisis

Nosotros los creyentes en Jesús, tenemos una base poderosa para actuar siempre y en todo lugar, y es el valor de la ORACIÓN. Orar no significa no hacer nada y quedarse con los brazos cruzados, y esperar que “el de arriba” nos saque las castañas del fuego. Orar es sencillamente pedirle al Señor que ponga de sus manos, y que aquí estamos nosotros para echarle una mano, pero que nos de esa fuerza y ese valor para acometer las cosas. Cuantos de nosotros ante el tema del incendio le hemos pedido a Dios, a la Virgen María, que ayude a aquellos que están trabajando, o que incluso aunque pueda parecer un contrasentido, en la época en que estamos viviendo, que pueda llover. ¿En cuantas de nuestras iglesias, los sacerdotes o laicos, hemos orado para que el incendio se pueda solucionar? No está mal el denunciar, lo que haya que denunciar, pero nada sirve denunciar si yo no pongo de mi parte. Por poner un ejemplo, de nada sirve decirle al alcalde que limpie el pueblo, si después soy el primero en tirar basura a la calle. La frase de San Benito, sigue siendo tan actual como nunca: ORA ET LABORA. Reza y trabaja. Pidámosle, pues, al Señor y a la Virgen que el incendio se pueda solucionar para bien de todos.
   Pero no solamente ante el incendio sino ante la crisis económica, social, humana, política, religiosa,… ¿Cuántos hemos orado para que la crisis se pueda solucionar? Uno echa de menos voces autorizadas de la Iglesia, pidiendo una oración o que se haga una oración y se reparta en los templos para orar en estos difíciles momentos. No se trata de orar contra nadie, sino de orar para que Dios nos ilumine a todos a salir adelante, y desde la fe en Él, ser solidarios con aquellos que peor lo están pasando. Cuantas veces esas voces autorizadas salen a la palestra a hablar de cualquier cosa, que no digo que no sea importante, y no vale el presuponer que la gente ya lo está haciendo, y no lo hacen sobre este tema o realidad. Hay que incentivar y animar en lo único importante que tenemos, y que nos lo ha dado el propio Jesucristo, y es la ORACIÓN. Orar en todo momento, circunstancia y lugar. El crecimiento lo da Él, pero nosotros tenemos que actuar y dejarle actuar.
   Oremos por lo tanto, para que el incendio se solucione, oremos, por lo tanto, para que la crisis, no solamente la económica se acabe, oremos por lo tanto, para que seamos más persona, más cristiano.

Roque Rguez de la Guardia

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