Queridos feligreses:
La fe cristiana es esperanzada, esperanzante y esperanzadora. Es esperanzada porque la Resurrección de Cristo, y su consecuente victoria sobre el pecado y la muerte, hacen de ella una fe con aire de futuro, con mensaje de horizonte, con certeza de que nos espera un buen final.
Es esperanzante porque da motivos para volver a soñar, a mirar adelante, a no desesperar. El cristiano no se deja someter por las evidencias de un mal, de una enfermedad, como realidad última. No estamos condenados al fracaso.
Es esperanzadora porque lleva en sí mismas semilla de luz. Una luz que no proviene de nosotros, sino de Dios, que es fundamentalmente «salvación». La fe cristiana no es la fe de un Dios colérico, sino misericordioso.
Es verdad que la tragedia de la pandemia está siendo demasiado larga.
Es verdad que, como siempre, la peor parte se la llevan los más pobres. Es verdad que el peso físico y psicológico está haciendo mucha mella en cuerpos y espíritus. Pero ¿no tenemos nada que decir los creyentes? Más aún ¿no tenemos nada que decir los cristianos, que afirmamos que por encima del mal está siempre la victoria de Cristo?
Tiempo de Adviento comienza el 27 de Noviembre de 2021. El Adviento es el tiempo con el cual se inicia el año litúrgico cristiano. Consiste en un período de preparación espiritual para la solemnidad de la Natividad, nombre litúrgico de la Navidad, en la cual se celebra el nacimiento de Jesús.
En el catolicismo, el primer domingo de Adviento que marca el comienzo del año litúrgico tiene lugar el domingo siguiente al de la solemnidad de Cristo Rey, último domingo del año litúrgico anterior. La duración del Adviento varía entre veintidós y veintiocho días, dado que abarca los cuatro domingos previos a la solemnidad de la Navidad acompañados por un número variable de días de semana. En consecuencia, el primer domingo de Adviento se ubica entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre.
Si bien el Adviento precede inmediatamente al tiempo de Navidad, desde el punto de vista espiritual tiene por finalidad la preparación del creyente para la segunda venida de Cristo y el encuentro definitivo con Dios.
Pedro José Pérez Rodríguez
Vuestro párroco
No hay comentarios:
Publicar un comentario