El Papa nos explica las obras de misericordia en menos de 2 minutos
Hemos comenzado el Año Santo de la Misericordia, un tiempo especial en el
que el Papa nos invita a vivir el amor para convertirnos más, y de este modo
asemejarnos más al Señor Jesús.
La misericordia es la virtud que nos lleva a sentir con el que sufre, a solidarizarnos
con el que padece, a no ser indiferentes. “Miser” viene de una palabra latina
que significa miseria, pobreza. Y “cordia” de otra que significa corazón. Es
tener un solo corazón con el que te necesita, sentir con el que sufre, hacerte
uno con el necesitado. Muy semejante a la palabra com-pasión: “padecer-con”.
Por lo tanto es un año muy importante para vivir el perdón.
Cuando los cristianos vivimos la virtud de la misericordia, reflejamos el
rostro más hermoso de la Iglesia. Damos testimonio que somos un cuerpo donde
Cristo es la cabeza y y nosotros los miembros: si uno padece, compromete al
cuerpo entero, todos sufrimos, nadie es indiferente, todos salimos al encuentro
del hermano que nos necesita.
¿Cómo vivir este año santo de la
misericordia? El Papa Francisco nos ha dejado un
camino muy concreto y claro: vivir las obras de misericordia, corporales y
espirituales.
Es un buen momento para preguntarme con
seriedad, ¿cuál de estas obras de misericordia voy a vivir en especial este
año? Porque quizá si escojo todas, me va a ser imposible. Pero si elijo en
especial una o dos, es mucho más realista. ¿Qué obra de misericordia
vas a vivir en especial este año?
Este video nos habla de las obras
de misericordia corporales: Dar de comer al que tiene que hambre, de
beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al que no tiene casa, visitar al
enfermo y al encarcelado, enterrar a los difuntos. Y nos recuerda el pasaje del
capítulo 25 del Evangelio según San Mateo, cuando los justos le preguntarán al
Señor: “¿Cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y
te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te
vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y el Rey
les dirá: ′En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos
más pequeños, a mí me lo hicisteis′”.
Es en el día del Juicio Final que el
Señor nos preguntará: ¿cuánta misericordia tuviste en tu vida? Porque
del modo como amamos al prójimo, así es como amamos a Dios, pues nadie puede
amar la cabeza y despreciar a los miembros.
Si este año, cada uno, como miembro de
la Iglesia, se propone ser más misericordioso, si nos proponemos vivir el
perdón y la reconciliación, vamos a poder reflejar el amor de Cristo con mayor
transparencia.
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