martes, 1 de diciembre de 2015

Despertad

Mi querida y amada familia en el Señor:

Comenzamos un nuevo año litúrgico, y con él, pretendemos acercamos a aquella Voz que hace movernos de nuestras “apoltronadas” (perezosa, vagas, comodonas) vidas y emprender un camino que nos haga santos e irreprensibles (intachables, perfectos, virtuosos) ante Dios… 

Vamos a adentrarnos en la fascinante aventura de descubrir la VOZ que, CON SU FUERZA INTERIOR, HACE MOVER EL MUNDO HACIA COTAS INSOSPECHADAS DE AMOR MUTUO Y AMOR A TODOS… Esa Voz NOS HACE DESPERTAR (AVIVAR, ESTIMULAR, ANIMAR) y situarnos en un colmado gozo y esperanza… 

La Voz de Dios es como “UN DESPERTADOR” que, mientras vivimos “adormecidos” por las cosas que nos aturden, sin esperarlo, suena y nos invita a LEVANTARNOS… 

Ojalá, en estos días, SU VOZ, nos cautive, genera una mayor atención a lo que nos dice y nos haga despertar la curiosidad de querer descubrir las notas que pueden hacer latir nuestro corazón de un modo diferente… 

Ojalá escuchemos esa llamada a CONVERGER nuestra vida con la Suya… Ojalá descubramos la Ternura que la envuelve y nos dejemos seducir por Su Palabra… Ojalá, estos días, sirvan para prepararnos y sintonizar con las notas de Ternura, de Sinceridad, de Reconciliación, de Perdón, de Misericordia y de Compasión que La envuelven y que hacen que nuestras vidas no sean sobrevividas con amargura y agachados, sino que nos levantan, y nos impulsan a alzar la cabeza con el fin de contemplar alegremente lo que DIOS MISMO, CON SU VOZ, nos indica… 

Para ello, 1º) te invito a que TE ENCHUFES a la VOZ DEL QUE GRITA: DESPERTAD; 2º) te invito a que COJAS EL  TONO releyendo algunos de los textos que se proponen, haciéndolos resonar en tu interior (El Señor es buen y es recto y enseña… Las sendas del Señor son misericordia y lealtad, El Señor da a conocer su alianza…); y 3º) te estimulo a que AFINES empezando a abrir los ojos de tu interior y dejando latir en ti la Voz de Dios que te pide proclamarla en y con tu vida… Saborea el acercamiento de Dios ante ese grito que suena (silabea, repica) en tu corazón: “VEN, SEÑOR JESÚS”

Animo y que el Señor nos encuentre en actitudes que DESPIERTAN y ESPABILAN a este mundo tan necesitado de su VOZ…

 Amén
J.J

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