Queridos hermanos:
“El
Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” (Sal 125). El Señor ha
estado grande conmigo al llamarme al orden sacerdotal, al fiarse de mí al
regalarme esta vocación, este proyecto de felicidad para mí. Todo es don, y el sacerdocio
es un gran regalo que el Señor nos hace, no para quedárnoslo nosotros, sino
para darlo a los demás, y darnos nosotros mismos, con la entrega sencilla de
cada día. Una entrega vivida desde la alegría del encuentro con Cristo, que se
hace presente en nuestra vida en las cosas sencillas y ordinarias.
Por
esta razón quiero pedirles un favor. Les ruego la oración constante por las
vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada, para que el Señor siga
encontrando corazones generosos que le regalen la totalidad de su vida, desde
el gozo y la alegría. También pidamos por la santidad de todos los sacerdotes y
consagrados, pues es esa es la mejor campaña vocacional: la vocación vivida
desde la alegría y santidad.
Y,
por supuesto, quiero invitarles a que me acompañen en estos días tan
importantes para mí con vuestra presencia. Siéntanse todos invitados a la Ordenación Sacerdotal, que será el sábado 1 de febrero, a las 10:30 h., en la S. I. Catedral; así como a la primera
misa, el domingo 2 de febrero, a
las 18:00 h., en la Parroquia de Ntra. Sra. del Perpetuo
Socorro, La Cuesta-La Laguna. Para ambas celebraciones contaremos con
guaguas que pone la parroquia.
Así
mismo, la primera misa en Güímar se celebrará en la Parroquia de San Pedro
Apóstol el miércoles 5 de febrero a las 20:00h.
Espero
contar con vuestra oración y presencia.
Flavio
Juan de Armas Hernández.
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