¿Por qué cambiamos la hora?
La culpa la tiene la directiva comunitaria 2000/84/CE, por la que el último fin de semana de octubre atrasamos una hora el reloj para pasar al horario de invierno, y el último fin de semana de marzo adelantamos una hora para pasar al de verano.
La idea es adaptar nuestros horarios a la luz natural y lograr así un ahorro energético, aunque son muchos los que dudan de que dicho ahorro se llegue a producir. Sí, tenemos más luz por la mañana, pero a cambio tenemos menos luz al salir de trabajar. De hecho, los estudios consultados por la Comisión Europea indican que el ahorro de energía es marginal, entre el 0,5 y el 2,5%. A eso hay que sumar, además, su impacto en los biorritmos humanos (en forma de cansancio o falta de concentración) durante los días posteriores al cambio de hora.
La culpa la tiene la directiva comunitaria 2000/84/CE, por la que el último fin de semana de octubre atrasamos una hora el reloj para pasar al horario de invierno, y el último fin de semana de marzo adelantamos una hora para pasar al de verano.
La idea es adaptar nuestros horarios a la luz natural y lograr así un ahorro energético, aunque son muchos los que dudan de que dicho ahorro se llegue a producir. Sí, tenemos más luz por la mañana, pero a cambio tenemos menos luz al salir de trabajar. De hecho, los estudios consultados por la Comisión Europea indican que el ahorro de energía es marginal, entre el 0,5 y el 2,5%. A eso hay que sumar, además, su impacto en los biorritmos humanos (en forma de cansancio o falta de concentración) durante los días posteriores al cambio de hora.
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