Estos días ha llegado desde Cuba la religiosa Socorro Díaz Mesa, natural de Güímar, de 87 años. En el año 1956 entró en la congregación religiosa María Inmaculada, conocida anteriormente por Servicio Doméstico, que tenía una casa en Santa Cruz de Tenerife. En el año 1961 se ofreció para ir a América y desde entonces ha estado allí. Ahora vuelve para descansar con su familia. Ha estado sirviendo en Argentina, Colombia, México (9 años) y por último ha estado en Cuba 22 años.
El carisma de esta congregación religiosa es ayudar a jóvenes necesitadas. Tienen residencias para niñas pobres, chicas obreras y universitarias. En Cuba tienen un asilo, pues fue la condición que el gobierno del país les impuso si querían permanecer allí. Pero también gestionan otras casas para jóvenes. En la casa que tienen en La Habana hay alrededor de 200 jóvenes. La hermana Socorro colaboraba en el asilo y era la encargada de buscar comida para los ancianos del centro. Viene aún con ganas de servir, de seguir siendo religiosa. cuando se le pregunta sobre cómo ha sido su vida como religiosa, responde con pasión: “mayor felicidad que religiosa no lo puedo tener. Dios me ha dado todo”.
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