BENDICIÓN DE LA CENA DE NOCHEBUENA
Señor Jesús, una noche como hoy naciste, por amor a nosotros, pobre, en un portal. Ayúdanos a saber renunciar por amor a todo aquello que no es necesario y nos impide ser más felices y ayudar a otros a ser también más felices.
Tú, que eres Hijo de Dios, te hiciste también hijo de una mujer, María, para que también nosotros pudiéramos llamar a Dios “Padre”, y a todos los hombres y mujeres “hermanos”.
Tú, que eres Hijo de Dios, te hiciste también hijo de una mujer, María, para que también nosotros pudiéramos llamar a Dios “Padre”, y a todos los hombres y mujeres “hermanos”.
Ayúdanos a amar a Dios sobre todas las cosas y a amar al
prójimo como tú nos amas.
Tú te quisiste involucrar en los problemas y dificultades de todos, incluso de los que no te amaban, porque te conmovías por sus necesidades.
prójimo como tú nos amas.
Tú te quisiste involucrar en los problemas y dificultades de todos, incluso de los que no te amaban, porque te conmovías por sus necesidades.
Danos un corazón sensible a las necesidades de los demás y coraje para actuar cuando sea necesario.
Tú nos enseñaste que Dios es amor y nos dijiste que la señal de tus discípulos es el amor de unos con los otros.
Tú nos enseñaste que Dios es amor y nos dijiste que la señal de tus discípulos es el amor de unos con los otros.
Ayúdanos a permanecer unidos como una familia y a saber dar testimonio al mundo de tu gran amor, como verdaderos discípulos tuyos.
Tú te sentaste a la mesa con todos, especialmente con los pobres y pecadores, que eran despreciados; no excluiste a nadie de tu amistad. Bendice, Señor, esta mesa, y haznos
acogedores con todos lo que lo necesiten, sin discriminar a nadie, sabiendo perdonar como Tú nos perdonas cada vez que nos equivocamos.
Que tu madre, Señor, nos enseñe el camino de la fe, de la humildad y de la entrega generosa por amor a Ti y a tu Reino. Amén.
¡FELIZ NAVIDAD!
Pedro José Pérez Rodríguez
Tú te sentaste a la mesa con todos, especialmente con los pobres y pecadores, que eran despreciados; no excluiste a nadie de tu amistad. Bendice, Señor, esta mesa, y haznos
acogedores con todos lo que lo necesiten, sin discriminar a nadie, sabiendo perdonar como Tú nos perdonas cada vez que nos equivocamos.
Que tu madre, Señor, nos enseñe el camino de la fe, de la humildad y de la entrega generosa por amor a Ti y a tu Reino. Amén.
¡FELIZ NAVIDAD!
Pedro José Pérez Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario