Este primer sábado de abril se ha desarrollado una nueva edición de la peregrinación diocesana de oración por la paz. En esta ocasión, siguiendo el mensaje del papa Francisco, el lema de esta acción pastoral fue: Vence la indiferencia y conquista la paz.
A las ocho de la mañana los participantes comenzaron a realizar la llamada Ruta de Candelaria, recorriendo los enclaves marianos de Chimisay, Chinguaro y Candelaria. Cerca de la playa del Socorro, el obispo nivariense les daba la bienvenida. Un grupo de alumnas y alumnos del colegio Nazaret ambientó el comienzo de la marcha que se dirigió hacia el enclave del Chinguaro.
Allí tras un tiempo para recobrar las energías recibieron una breve explicación del significado del lugar y, posteriormente, fue un grupo de jóvenes del grupo "Savia Nuevo" los que hicieron una breve representación.
Los participantes enfilaron entonces el camino hacia el Santuario de la Patrona. Antes, en la plaza de la iglesia de Santa Ana tuvo lugar la última parada. Esta vez la ambientación y la reflexión la realizó un grupo de jóvenes de Granadilla. Desde allí, presididos por una cruz que recordaba que "la misericordia es el corazón de Dios" se dirigieron directamente a la basílica de Candelaria.
En el templo jubilar de Candelaria, el obispo nivariense presidió la Eucaristía. En su homilía desgranó el sentido del lema del papa Francisco para la celebración del uno de Enero: "Vence la indiferencia y conquista la paz".
"Este es el domingo de la misericordia. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre - señaló Álvarez Afonso al comienzo de su intervención. Él con su entrega total,quiso ganar para todos la paz- señaló- para invitar a los presentes en el templo mariano a romper la espiral de la violencia y practicar las obras de misericordia.
EL prelado nivariense quiso destacar que "Dios quiere actuar, sanar los corazones, pero ha querido precisar de nosotros". "Somos transparencia de Jesucristo" y estamos llamados - siguiendo el lema que congregaba a todos a: vencer, o sea, a ganar la partida a la indiferencia; esforzarse y luchar para no abonarse a la globalización de la indiferencia. En este punto, tuvo unas palabras en relación a los últimos atentados terroristas en Bruselas y Pakistán y el drama de los refugiados, así como sobre la respuesta europea. Tenemos- dijo citando al papa- mucha información y poca compasión". Hasta que no llegan los problemas cerca de nosotros parece que no existen.
Que nos duela el mal. todo mal. Que tengamos sentimientos de paz y misericordia, que huyamos de la indiferencia, que la venzamos, exhortó a los fieles.
Antes de terminar la homilía Álvarez tuvo unas palabras para recordar que tampoco se puede ser indiferentes ante los cercanos que sufren, los enfermos, ancianos, el prójimo necesitado, invitando de este modo a ser buenos samaritanos, a ponerse en lugar de los demás para tener un corazón generoso y misericordioso.
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