lunes, 12 de noviembre de 2012

Palabras del Párroco


Queridos feligreses:

Los desafíos a la fe en Dios

Con el avance del desarrollo material surge una tendencia cada vez mayor a globalización en todos los pueblos del mundo. Actualmente hay un creciente número de desafíos a la fe en Dios, que incluyen el ateísmo, el fundamentalismo, el relativismo, etc. Por este motivo existe una urgente necesidad de evangelización y de re-evangelización que permita a las personas descubrir que Dios es el Ser único y supremo, Creador y Señor del Universo. La nueva evangelización no es nueva en su contenido ya que “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre” (Hb 13:8) Para las nuevas Iglesias, como la de Bangladesh, se podría pensar en “Evangelización en el nuevo Milenio” o “Evangelización en los Tiempos Modernos”.
Esto significa echar las redes. En un mundo dominado por el materialismo y el consumismo, la Iglesia, y especialmente sus líderes, deben hacerse Maestros de Vida Espiritual. Es necesario encontrar medios y métodos apropiados para continuar la misión de evangelización según el ascetismo asiático, como se expresa también en los modelos monásticos tradicionales de la Iglesia.
La nueva evangelización es muy significativa en nuestro contexto cuando consideramos a la evangelización como solicitud por los pobres, como lo fue para Jesús. El sentido negativo de la pobreza que viven muchas poblaciones del mundo se debe, principalmente a la avidez insaciable de unos pocos, ricos y poderosos. Pero la pobreza también tiene un sentido positivo: “Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos”. (Mt 5:3). Esta pobreza evangélica es algo que la Iglesia está llamada a vivir y a predicar, especialmente en estos lugares.
Como verdaderos creyentes en Jesucristo, debemos aprender a renunciar a los bienes materiales y también a apreciar la simplicidad y humildad de los pobres, su felicidad, con lo poco que tienen, su solicitud por los demás. Los líderes de la Iglesia deben, además, abrir sus corazones para ser evangelizados por los valores evangélicos de los pobres. Sin lugar a dudas, dicha cultura de solidaridad con los pobres, nos mostrará el camino para afrontar la justicia ambiental y el hambre en el mundo.

Vuestro Párroco
Pedro José Pérez Rodríguez



No hay comentarios:

Publicar un comentario